La Purito Andorra (crónica)

A las 6:30h del domingo 6 de agosto de 2017 estaba cayendo granizo no, pelotas de golf en Andorra… A las 7:30h, después de ponernos ciegos de comer, el Renacido, Moreno, Lover, Barry, Pako y un servidor estábamos en la salida sin apenas nervios… Según una nota de prensa más de 2.200 ciclistas se congregaron allí aunque yo creo que había menos. A las 8:00h en punto, comenzamos a pedalear por las calles de Andorra dirección Encamp donde nos esperaba el primer puerto: Collada de Beixalìs. Un primera categoría que a partir del kilómetro 6.5 se endurece mucho con pendientes que llegan al 18%. Iván y Pako debido a los nervios subieron más deprisa, el Renacido, Moreno, Barry y yo nos quedamos atrás reservando algo más. Coronamos a 1795 metros de altitud y ya teníamos el primero hecho, no estaba nada mal. Ya bajando neutralizamos a Iván y nos encontramos a Pakillo, algo nervioso, con una rueda en la mano y tiznao, parecía un carbonero. – ¿Qué haces Pakillo? – Le preguntamos. – Ná, acabo de quitar un clavo de la cubierta y me disponía a reparar el pinchazo. Allí estábamos todos para echarle una mano. Una vez reparado rápidamente… nos enfrentamos a Coll de Ordino, otro de primera categoría aunque bastante más asequible que el primero. Toca guardar. El tercer puerto es la Rabassa, otro primera categoría con un primer kilómetro mortal al 10% de media y los otros tres siguientes también muy duros. No afloja hasta pasar Naturlandia, el parque de aventuras de Andorra, a partir del kilómetro 8 y medio aproximadamente. – Yo quiero subir en el TOBOTRONC – Comentaba uno. – Tira «parriba» y déjate de tontás anda; «estate» a lo que «tiés» que estar y da pedales – Le respondía otro. Coronamos a 1820 metros y ya llevábamos 2600+ acumulados. Como siempre paramos en todos los avituallamientos. Hay de todo, Coca – cola, agua, isotónico, sandwiches de nocilla, jamón york, queso, frutos secos, gominolas, croissant de chocolate y una especie de torta de anís o algo así. – Me he tomao 8 geles, 9 ampollas de Magnesio y 12 pirulas de sales de golpe, se me ha ido un poco la cabeza con el musicote que hay… y sin darme cuenta,  le he dao a «guardar ruta» sin querer. Tendré que venir el año que viene de nuevo – Comentaba uno con los ojos reviraos (no os vamos a decir de quien se trata). Y directos a La Gallina… Éste es el más famoso de la zona. Es como una pared, sin descanso. Pero allí estábamos todos, bueno todos menos Pakillo y yo, que no sé porque íbamos los últimos. Comezamos a subir acompañados de algunos lugareños que nos iban traduciendo lo que ponía en los carteles. Otros nos comentaban que los últimos 4 kilómetros habían sido una pista forestal y que a petición de Purito Rodríguez las autoridades de la zona habían asfaltado para que pasara la Vuelta Ciclista a España 2015. Total que, aunque asfaltado, es un infierno. Las rampas llegan hasta el no sé cuantos por ciento. A lo lejos veíamos a Barry, pero a los otros tres pájaros no los vimos hasta que coronamos el puerto. – ¿Qué tal? Nosotros estamos como nuevos – Comentaba el de los geles y las sales… – Nosotros venimos guardando (mentira) – Le contestaba Tupé, que también la había cagao con la misma marca de GPS. – Vamos bajando, que llevamos aquí 1 h esperando y nos quedamos fríos; os esperamos antes de subir La Comella. – Vale, ahora os cogemos… Vamos a echarnos algo a la boca, a ver si podemos. Unas fotos en el monumento a Purito, algo de fruta y «pabajo» de nuevo. Pasamos por unos pueblos preciosos antes de reagruparnos y comenzar a subir el quinto puerto del día: La Comella. Un puerto de segunda categoría con 4 kilómetros al 8% de media. Lo subimos todos juntitos sin apenas esforzarnos… gastando bromas y con muy buen humor. Lo peor había pasado… o no? PUES NO! Estaba por llegar. – ¿Qué haces Pakillo? – Le preguntaba el pastor a la oveja. – Se me han caído las gafas de ver y no veo un pimiento, espera que ya voy – Contestaba. De nuevo tras los otros cuatro escapaos a toda leche para cogerlos… Qué guerrita copón… Eran las 17:00h cuando comenzamos a subir el último puerto: Els Cortals de Encamp. Íbamos sobraos… de tiempo, más de hora y media de adelanto respecto al tiempo de corte (18:40h). Aquí las fuerzas son las justas. El que no haya guardado antes lo pasará mal. Tener en cuenta que comenzamos la ascensión con 130 Kms y 4300+ en las patas. Además ya hacía calor, unos 27º y una humedad del copón. Los primeros kilómetros son mortales, con una pendiente media del 10%, sin descanso. Se hacen duros, pa ke nos vamos a engañar (menos mal que fuimos guardando en los puertos anteriores). Los últimos son más llevaderos, ya divisas la meta y eso te da ese plus para terminar esta maravillosa marcha ciclista, por cierto muy bien organizada. A eso de las 18:00h entrabamos en meta. ¡SOMOS FINISHERS! Nuestro esfuerzo había dado sus frutos. PD.- Podíamos haber bajado dos o tres horas el crono… pero optamos por ir disfrutando de nuestra compañía, saboreando esos puertos únicos, el entorno espectacular, realizando fotos para el recuerdo y sobretodo riéndonos mucho. Gracias a todos por esta gran experiencia.          

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La Tortilla de Mariano.

Comenzábamos la jornada degustando una maravillosa tortilla que Mariano, el jefe de la zona, nos había preparao el día anterior con algo que parecían espárragos silvestres… Más tarde, y sin saber por qué, no éramos capaces de parar de reir ni de pedalear. El Borbollón… Ay el Borbollón! Para que os hagáis una idea no llevavámos ni siquiera 10kms de la ruta y nuestro Garmin cerca de 800 metros de desnivel acumulados… Ahí es ná! Después bajamos a Casillas y comenzamos a rodar y disfrutar por el Valle de Iruelas hasta llegar a lo más duro del día: El Muro del Pozo de la Nieve. Madre de Dios… Unas rampas de más del 20% que nos obligaban a dar lo mejor para no poner pie al suelo y caer tripa arriba. Pero lo mejor no queda ahí… No os perdáis la trialera… Bueno, más que una trialera es un peligroso paso para las cabras montesas de la zona. NO es ciclable. Son algo más de 4kms y tardamos hora y media en realizarlo con la bici a cuestas en muchas ocasiones. Menos mal que nos íbamos encontrando a gente que venía haciéndolo a pie (senderismo) y nos ofrecían vino y chorizo pal camino. Lo denominan el PR-AV-21 o GR 294.1. Mejor tomar otra alternativa. Nosotros NO lo aconsejamos. Después de pasar el mal trago, llegamos al Puerto de Casillas y reanudamos la marcha a través de pistas forestales. Antes de bordear la Presa de Piedralaves pasamos por la zona de Los Hornillos, otra buena subida siempre faldeando la Sierra de Gredos. Chicote pincho en otra zona impresionante, Majacanchal, un espectacular bosque de robles, pinos y fresnos. Así llegamos a la Presa de Casavieja, frecuentada por los lugareños por la gran calidad del agua de su fuente. – ¿Queda mucho? – comentaba uno que no llevaba el track… – Noooooo, ya no queda na – mentía otro. Llegamos al pueblo de Piedralaves en el km. 80 de la ruta, eran las 16:00h y llevábamos 2400 metros en nuestras patejas. – ¿Qué hacemos? ¿Seguimos o nos vamos por carretera hasta Sotillo? ¿Llevamos luces? ¿Nos comeran los osos? – comentaban entre ellos. Al final todos estuvieron de acuerdo y reanudaron la marcha de nuevo. Solo quedaban dos rampejas… ¡Madreeeeee con las rampejas! El Cerrillón o lo que es igual: La Presa de Piedralaves por camino forestal. Una subida de 3kms con una pendiente media del 10%. Después de coronar y ya en la bajada… – Oye que el track va por aquí, por el arroyo de los Hornillos – decía uno sorprendido. – ¡No jodas! ¡Pero si parece el Guadalquivir! ¿Hay que cruzar por ahí? – Eso marca el GPS. – No no, vamos a buscar otra alternativa. 1/2 hora más tarde… y después de deliberar y dar 50000 vueltas por allí: – Voy a bajar al río a ver – decía Nube gris. – Venga, vamos – le respondía Nube blanca. – Tenemos que atravesar el río sí o sí – comentara Toro loco. Pa habernos matao… El caudal del río no llegaba ni a cubrir las cubiertas de las bicis… Después de las evidentes risas y de una o dos rondas de gominolas nos dirigimos a la puntilla de la ruta: La subida al Charco de la Olla por la Garganta de Santa María; una subida de 6kms con un desnivel acumulado de 400 metros con rampas que pasaban del 14%. Eran las 18:45h cuando llegábamos a Sotillo de la Adrada vacíos de fuerzas, llenos de arañazos, pero con una sonrisa de oreja a oreja. El grupo de cabeza, el de los fuertes, llegó mucho antes, y es que no veaís cómo están  copón 🙂 Uno de los Maratones más exigentes que hemos realizado. Menos mal que las vistas al espectacular Valle del Tiétar y el gran sentido del humor de todos los asistentes mermaron el sufrimiento… llevado a cabo para terminarlo. Como siempre ha sido un gran placer haber compartido esta gran jornada. Sois geniales, así da gusto. Muchísimas gracias a tod@s. Disponible: TRACK (Wikiloc). Álbum de fotos. Saludos,

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La Titán de Ávila

9 participantes salieron en 5 coches y una furgoneta desde Getafe a realizar la gran ruta de los Puertos Abulenses… El día ya prometía, organización lo primero 🙂 En Guadarrama nos esperaban dos más (Fer y Loverbiker) cada uno con su coche claro. La ruta comenzaba a las 8 en punto y eran las 8:20h y algunos se estaban atando los cordones de las zapatillas y aplicándose crema solar… – Venga, qué tengo que llegar a comer a casa, esta tarde curro – decía uno. – Mis hijas tienen esta tarde concurso de reggaeton y no puedo faltar – decía otro que empieza por L. – Qué sí hombre, que ahora apretamos un poco y ya está, no os preocupéis – comentaba otro. Pues ná… a los 10 minutos, PINCHAZO al canto. – Venir aquí, en la parada del autobús lo reparamos, hay más espacio y un banco pa descansar – aclaró uno de ellos. Nuestro departamento mecánico, famoso por su eficacia… se puso manos a la obra y en 35 minutos (nuevo récord) estaba ya reparado. Eran las 9 de la mañana y no habíamos salido de la segunda rotonda de Guadarrama, madre mía. – Hoy va a ser un día inolvidable Cigala, ya verás ya. Lo presiento… – comentaba Tupé a Cigala. – ¿Sí, por qué? ¿me habéis traído velas pa soplar? – respondió. El día anterior fue su cumple (47) y el hombre esperaba algo como regalo; alguna cosilla de poca monta. Estrenaba sus zapatillas SIDI verde fluor, regalo de su familia. Estaba como Ragnar, el vikingo del arpa. A duras penas conseguimos salir del bucle/laberinto y dirigirnos al primer escollo: el Mojón de Fresnedillas; una rampeja de cerca de 3kms con meta final en Robledo de Chavela (famoso por un túnel sin luz que tiene en mitad de la calle principal y que no se ve ni un pimiento). Muy chulo el pueblo de Valdemaqueda, todavía en la Comunidad de Madrid, con su camping repleto de caravanas y gente dentro de ellas. Como era de prever… ya no éramos ni grupeta ni na de na copón; cada uno por un lao. En cabeza los galgos: Flecha, Robledillo Power, Plumilla y no sé quién más. Los demás atrás charlando un poco y disfrutando del buen tiempo que hacía en aquel lugar. Llegamos a Hoyo de Pinares, nos reagrupamos y nos hicimos una foto en la bifurcación del centro del bonito pueblo. – ¿Tú cuál vas a hacer? – preguntaba uno. – Yo la corta, estoy muy cansao y todavía nos quedan dos puertacos de aúpa – respondía uno. – Yo la corta, tengo que ver la peli del Oeste que ponen en Telemadrid y empieza a las 15:30h. – comentaba otro. Nos despedimos en ese lugar y cada uno tiró pa donde quiso. Los que hicieron la corta llegaron a las 14:30h. a Guadarrama. Nada más se supo de ellos. El primer puerto serio, Arrebatacapas, desde el bonito pueblo de Cebreros, fue sin lugar a dudas duro de narices aunque sabíamos que era el primero, algunos tiraron y tiraron a más no poder. El avituallamiento programado era en Bartolomé de Pinares, famoso por su fiesta de Las Luminarias. Se encienden en las calles del pueblo un montón de hogueras y un centenar de caballos saltan por encima para que el humo les purifique y ahuyente a los malos espíritus. Esta tradición cuenta con más de doscientos años, cuando una epidemia mató a todos los caballos del pueblo. Pues llegamos al pueblo y preguntamos dónde se podía tomar algo… Pufff, yo creo que dimos con el mejor bar. Había un jamón colgao y unos torreznos de escándalo así que al ataqueeeeee. Cigala se empeñó y nos invitó a todo (gracias). Nubeblanca tenía el Garmin apagao debido a que disponía de poca batería. Era el único que lo llevaba y se fiaban todos de él. Con la barriga llena nos pusimos en marcha dirección Herradón de Pinares, un pueblo muy chiquitín lleno de cruces muy confusos… hasta para un GPS. Seguimos la AV-503 y comenzamos a subir un puerto. Se suponía que era el puerto del Mediano, Herradón, que previamente, nos habían comentado en el bar que era un muro de carga con un último km al 12% de media. Subimos como pudimos, pero ya a alguien no le cuadraba mucho. No había ese muro del que todos hablaban. Las rampas eran menos duras… quizás al 6%. Cuando nos quisimos dar cuenta estábamos en la cima del Puerto del Boquerón. Una pareja en una Vespa (guapísima) con más años que Matusalén, nos pasó y nos hicimos unas fotos con ellos. Les preguntamos por el puerto del Mediano, pero ignoraban donde se encontraba. – Bueno, estará más adelante. El siguiente a éste – pensó Nubeblanca sin mirar en track (lo llevaba apagao confiando en las nubes y el viento). Ya bajando el puerto le da por encender el GPS (no se fiaba de las nubes, a lo lejos veía una ciudad con una muralla o algo parecido muy grande). – ¡Madre mía! – se asustó. La fecha del GPS estaba a más de 20 kms del track inicial. – ¿Qué hago?, ¿Cómo se lo digo a éstos? Me van a matar – pensó el pobre. – ¿Vamos bien por aquí Tupé? – preguntaba Cigala. – NO, nos hemos salido del track – respondía Nubeblanca muy afligido. – ¡No me jodas! ¡Madre mía Javi! Si es que no pue ser, ¿Y ahora qué? Claro, si es que… !Aquello es Ávila! – enloquecía Cigala. Cuando el resto del grupo recibió la noticia hubo como unas caras un poco de aquella manera (raras, con los ojos ensangrentaos diría yo). Caras que no habíamos visto nunca en la vida… Nubeblanca, muy sabio, iba unos metros más adelante que ellos por si las moscas… Ya no había escapatoria, el cartel de «Ávila Golf» lo descubría todo. – ¿Le pegamos? ¿Qué hacemos con él? – se leía en los labios de alguno de ellos. –…

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En busca de las palmeras de azúcar de las Navas del Marqués

El viernes por la noche no cenamos… con lo cual, al día siguiente teníamos una gusa que pa ke y salimos con el objetivo de saciarla con las famosas palmeras de las Navas del Marqués… La cosa estaba muy complicada por las predicciones meteorológicas y aunque los que aparecen en la foto eran conscientes de ello, tiraron palante con más miedo que vergüenza…  🙂 A las 08:30h en punto comenzaba lo que sería una furtiva épica, de las más duras realizadas hasta la fecha (track). En esta ocasión nos acompañaron unos invitados de lujo: la gran Maya (incansable) y Toni (Power). Simpática y agradable pareja y muy, pero que muy fuertes  🙂 El gran Fer (Quijorna) también nos acompañó, pero se tuvo que dar la vuelta en el pueblo de Robledondo (tenía compromisos, o eso nos dijo…) 😉 La subida empezó casi desde Brunete y en Valdemorillo ya era to parriba. Nos enfrentamos sin demasiados problemas al puerto de la Cruz Verde… con sus rampas pronunciadas antes de llegar a Zarzalejo. Seguidamente subimos a Robledondo y más tarde a Santa María de la Alameda (1400metros) ya en la provincia de Ávila. Comenzó a nevar en la bajada dirección a las Navas del Marqués, pero eso no nos detuvo. Sabíamos a lo que veníamos: a sufrir y a zampar. Llegamos a las Navas y preguntamos a una simpática lugareña que dónde se escondía el famoso tesoro. Y paya que fuimos. El ciclista amoroso le tiró un beso en marcha como recompensa por la valiosa información 🙂 No había palmeras, pero en su lugar degustamos unos maravillosos dulces típicos de la zona, patatas revolconas, montaos de jamón y  sus respectivos cafés… Enebramos ya dirección el Pinpollar con un fuerte aire y granizo fino que nos hizo bajar la gran velocidad que llevábamos en toda la ruta 😉 Después, nos enfrentamos al Puerto de la Paradilla con sus más de 6kms y una pendiente media de no sé cuanto… Plumilla y Toni subieron como una exhalación (desataos durante toda la ruta) y el ciclista amoroso, Maya y un servidor nos lo tomamos con más tranquilidad (ya iban las piernas bastante cargadas por no decir que estábamos ya reventaos…). Llegamos a la rotonda del alto de la Cruz Verde de nuevo (donde están todas las motos cuando hace sol) y giramos a la derecha dirección Robledo de Chavela sufriendo unos bandazos de aire del copón (alguno vio la luz del túnel). Antes de llegar a Fresnedillas, el último escollo: la tachuela del Mojón (2,7kms/6,4%). De nuevo Toni y Plumilla comenzaron a subir con fuerza, pero el ciclista amoroso que estuvo toda la ruta bastante conservador empezó a tirar y a tirar y desapareció del mapa. Toni reparó un pinchazito de ná en cero coma y llegamos a Brunete cansados, bajo una tormenta de agua (lo único que faltaba) pero con una sonrisa de oreja a oreja. Felices como una perdiz 🙂 Ha sido un verdadero placer realizar esta furtiva. Ha sido muy especial 🙂 Gracias a todos por asistir, vuestro buen humor y saber sufrir. Por si os apetece verlo, aquí os dejamos el álbum de fotos 🙂 Saludos,  

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Parque de atracciones de Ocaña y Ontígola

Al final conquistamos el Castillo de Aurelia (Castillo de Oreja pa los amigos) 🙂 Demasiado escondido estaba el joío… Antes de ello nos divertimos un poco en el Parque de atracciones de Ocaña. Los del Club Mtb Carabanchel, amigos nuestros hasta la fecha… se entretuvieron en el Abismo, un espectacular tubo con más de 2 metros de profundidad, parecido a una montaña rusa, del que no podían escapar. Creo que uno de ellos hasta realizó una llamada a Telepizza para pedir una 4 quesos de lo mal que lo vio… Al final tuvimos que echar mano de un cabestrante para sacarles de allí. Lo llevaba no sé quién en la Camelback… Jhony, el invitao de Cigala, y unos cuantos más, subieron a la Lanzadera, una vertiginosa caída libre desde más de 3 metros encima uno de otro… Una montonera que pa ke. Otros disfrutaron de lo lindo en el Aserradero, intentando poner trampas a los demás moviéndolos de un sitio pa otro. No habíamos visto tanto árbol caído desde la época de Felipe II copón. Había plantaos hasta tomates y pimientos por allí. Los demás nos adentramos en un impresionante viaje en Vértigo, una de las atracciones más exigentes por sus impresionantes rampones de más del 24% (no es coña…) 🙂 Aunque parezca mentira y observando las fotos, salimos todos ilesos de la ruta. Os dejamos el track porsiaca… Nos reimos… Madreeee como nos reimos ¡Qué jartaaaaaaá!. Algunos todavía están buscando a Cigala (en busca y captura en la actualidad) 🙂 Bueno, pues muchas gracias a todos por la asistencia a la ruta. De agradecer el buen humor que a prevalecido durante toda la jornada. Ha sido un placer como siempre. Nos vemos en la siguiente, creo que será al Parque Aventura de Cercedilla o algo así 😉 Os dejamos el video realizado por el Club Mtb Carabanchel. Saludos,  

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Casi a Villamantilla

No íbamos a salir ninguno… Las predicciones del tiempo eran malas no, lo siguiente. 9 de la mañana se presenta nuestro líder con un semblante un poco sospechoso… (más blanco que la cal con la que se jalbega en mi pueblo). – Ay qué malito estoy… Me he levantao con hambre a las 7, he komío una docena de huevos fritos, 4 tostadas con manteca colorá y un zumo de naranja de 2 litros y lo he tenío que echar to… – nos comenta. Todos los allí presentes: Robledillo, Plumi, Chicote, Alcántara y Látigo nos miramos con cara de asombro… – Tira pa tu casa ahora mismo David, no tienes buen aspecto, pareces salido del cuento de los juegos del hambre – le decíamos todos. – Voy a tirar un poco a ver, no quiero perder el liderato. De momento no tengo hambre, más adelante si eso… os doy un bocao a cualquiera de vosotros – nos dijo. Toni y un amigo suyo (Pako) nos estaban esperando en la rotonda de la Base Aérea de Getafe siguiendo indicaciones del día anterior. Habíamos quedado en ir hacia un pueblo cercano a Navalcarnero: Villamantilla. Una ruta circular de unos 110 kms. Pues na, todos payá. El principio fue un poco asombroso. Pako nos llevó por la autovía de Toledo hasta el polígono de Fuenlabrada. Eso nos moskeó un poco a todos y  ya íbamos mirándonos unos a otros (no dábamos crédito). La ruta prometía. Desde Fuenlabrada hasta Torrejón de la Calzada hizo un aire racheado muy fuerte, tal era, que si Chicote no llega a llevar dos espléndidas bananas en los bolsillos sale volando como una cometa. Ya íbamos renegando casi todos: – Pa ké habré salío – decía uno. – Vaya aire pestoso – decía otro. – Yo no lo veo claro, payá vamos mal… Al final sopló y sopló (como un lobo en no sé que cuento infantil) tanto el viento que no pudimos tirar para el destino que teníamos fijado (una pena…) creando un pequeño mal estar en el grupo de cabeza liderado por Pako, el amigo de Toni. Ya todos juntitos… dirección a Illescas con el objetivo de subir la cuesta del Burro en Ciempozuelos, una zona nueva descubierta relativamente hace poco con unas pendientes un poco flojas para algunos… del 15% que nos hizo emplearlos a fondo 😉 Látigo, Alcántara y Robledillo empezaron a tirar como locomotoras desde Ciempozuelos hasta San Martín de la Vega, parecía que habían visto a la niña del exoscirta en algún momento. Todos agradecimos el generoso esfuerzo paliando así el fuerte viento; ya no había más remedio, teníamos que tirar sí o sí. Subimos la Yesera, y enfilamos la subida a la Marañosa con gran fuerza, arropando en todo momento a nuestro líder aunque respetando la distancia de seguridad (se le veía con hambre). Menos mal que Chicote comenzó a tirar del grupo, las dos bananas le generaron fuerzas hasta llegar a Getafe y así tirar de nosotros. Terminamos la ruta un poco justos, pero muy contentos de haber salido un ratejo con los amigos 🙂 Bueno, pues una más Santo Tomás. Al final 105kms más a la saca, como dice alguno por ahí (track). Gracias a todos por haber salidos ilesos de los bocaos del líder y a por la siguiente 🙂 Pako, te pedimos disculpas. La próxima vez iremos ande tú digas 😉 Álbum de fotos Saludos,    

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San Valentín (casi nos ahogamos)

Ayer a las 9 de la mañana: – Creo que no va hacer apenas aire – decía Toni. – El hombre del tiempo se equivoca demasiao – comentaba Chicote. – Na, si llueve, son cuatro gotas… – muy positivo Tendones. ¡JAJAJA! No dimos ni una. Payá vaya que vaya, pero pacá… ¡Ay madre! Subimos la Marañosa más o menos bien. Bajamos hasta la rotonda de la Warner y allí Toni nos dijo que él iba a Valdelaguna y Chinchón, que si le acompañábamos. Que tenía que hacer unas cuantas series al 95%, otras al 98%, otra pa Telencinco y un corto pa la Sexta… (cómo están las cabezas). Las nubes cada vez eran más negras, nos amenazaban, nos perseguían como los buitres a sus presas,  así que él se fue a la aventura y los demás nos dirigimos a la Yesera de San Martín, que era mucho más fácil (dónde va a parar). – Si queréis podemos alargar un poco la ruta hasta Ciempozuelos – dijo algún descerebrao. Menos mal que no le hizo caso nadie… No paramos en el pueblo ni a coger agua…  Comenzamos la ascensión a la mítica Marañosa con el aire era muy pestoso, con rachas de unos 300km/h. Tendones y Chicote comenzaron a tirar parriba como dos galgos y los demás nos tuvimos que emplear a fondo para no perder su rueda. Íbamos pasando a los pobres bikers de montaña, que debido al estado de los caminos estaban todos por allí. Comenzó a llover/diluviar en la rotonda del Convento. Las rachas de aire eran tan fuertes que nos era difícil superar la barrera de los 15m/h. Los cinco jinetes tuvimos que hacer una piña debajo del mar (como la de Bob Esponja) para paliar un poco las adversidades que alguien nos mandaba desde algún sitio, pero no conseguíamos avanzar na de na. Al fin, conseguimos subir los inerminables puentes de la M-50 y llegar a la rotonda para enfrentarnos a la maravillosa y «corta» recta que nos separaba del polígono de Getafe. – Qué buen día hemos elegido para salir ehhhh – Si si cojonudo… Eso que nos llevamos en el cuerpo – decía Perico. – Otros se han kedao en la cama calentitos con la parienta y no han entrenao na (…) – comentaba Raúl. Llegamos con los ojos ensangrentaos y calaos hasta las trankas al polígono de Getafe. Apenas ya sin fuerzas,  nos despedimos hasta la próxima deseando darnos una ducha y estar con nuestra queridas parejas celebrando el día de San Valentín 🙂 Gracias a todos por sufrir una vez más con nosotros. Aunque ha sido una miniruta un poco especial por el clima, el buen humor no ha faltado en ningún momento 😉 Un saludo

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La Furtiva Gran Fondo

Ha sido hasta ahora la #Furtiva más larga de toda la historia de los Bikers del Sur Getafe. Alcántara, Látigo, Nene, Robledillo, Chicote, Gus, Flecha, Cigala y un servidor comenzábamos como siempre, un poco antes de lo habitual, desde Getafe nuestra Gran Fondo. Ya por Ciempozuelos antes de llegar a Villaconejos, dos de ellos, nos comentaron que si tenían que estar pronto en casa.., que habían quedao con no sé quién.., que tenían que comprar en el mercadillo.., en fin que no sabían cómo escaparse de allí 😉 Así es que tiraron pa Chinchón (sanción y gorda la que les va a caer…). Los demás enebramos dirección Villarubia de Santiago evitando la bajada por el Balcón de Tajo. El puerto de Villarubia con sus 8 kms de subida y casi 300 metros de desnivel fue el detonante para que el pelotón se partiera en mil pedazos 🙂 Reagrupamiento y dirección Noblejas a Ocaña donde Látigo nos invitó a café (con Baileys) y tostadas por su cumpleaños (43 primaveras). Con la hora encima y el GPS jodido bajamos a Aranjuez en un periquete. Allí, dudas de coger el tren o no, pero entre todos nos dimos cuenta que había que seguir. Ya cansados, pero contentos,  llegamos a Ciempozuelos donde Toni se quedó (ya no podía más el hombre…) y cogió el tren hasta Getafe 😉 Los demás echamos el resto y poco a poco fueron pasando los kilómetros hasta llegar a la Marañosa con un Cigala en muy buena forma desafiando a todo el que subía por allí (los dejaba rotos el jodío). Ya coronando veíamos la luz al final del túnel. Nos vinimos arriba y en poco tiempo llegamos a Getafe culminando la Gran Fondo. Un placer contar con vuestra presencia y  vuestro buen humor. Nos vemos en la próxima. Gracias a todos 🙂 Track y Álbum de fotos. Saludos,

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Cerro del Telégrafo Xtrem (enduro).

Fantástica ruta de montaña que a medida que pasaban los kilómetros se fue convirtiendo en descenso y enduro 😉 Eran las 9 de la mañana cuando 12 bikers comenzábamos lo que iba a ser una de las mejores y técnicas rutas que hemos realizado hasta la fecha (gracias Cigala). Pronto nos dimos cuenta que había que estar muy concentrado en el asunto ya que te podías ir a suelo en décimas de segundo… Subimos al Cerro del Telégrafo, que por cierto ha quedao bien después de las obras. Tan solo falta algo de decoración en el interior (con 4 muebles de IKEA queda como Dios…). Parecía un loft. Nos hicimos una foto y salimos pitando por unas trialeras que eran trampas en toda regla. Alguno salió volando cual superhéroe de cómic… 😉 Cada vez estábamos más contentos de haber ido. Trialera payá, trialera paká. Senderito por aquí, senderito por allá. La verdad que fue una ruta corta pero exigente; con unos rampones que hacían subir las pulsaciones de lo lindo a más de uno 🙂 Rodeamos el Embalse de Navacerrada (sin gota de agua) por una de las zonas menos técnicas de toda la ruta y llegamos al pueblo en un pie pava o periquete. Ah, tuvimos la suerte de contar con la asistencia de Doña Rogelia y Monchito; parecía que no habían visto una piedra en su vida. Menos mal que entre ellos se cuidaron mutuamente en todo el trayecto 😉 – Hermoso, se me baja el refajo con tanta piedra copón – gruñía Doña Rogelia. – Si lo sé no vengo; menos mal que Macario no ha venido – respondió Monchito. Ya con la hora encima nos libramos de una trampa que nos quería mostrar Cigala (la verdad, una pena…). Terminamos la ruta con una sonrisa de oreja a oreja. Felices como una perdiz. Hemos disfrutado muchísimo 🙂 Gracias a todos por asistir. Por el compañerismo y el buen humor que habéis demostrado. Es un lujo pedalear así. Os dejamos el track y unos buenos recuerdos. Saludos,    

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Training Road Griñón

Buena grupeta nos juntamos ayer domingo un poco antes de lo habitual debido a que varios bikers convocados tenían algún compromiso que otro 🙂 Por lo tanto «cuádriceps pa ke os kiero» y enebrando para Aranjuez, ya que Látigo tenía el antojo de llegar a esta preciosa localidad. – Qué no vamos a llegar a tiempo a la reunión – decía Plumilla. – Cigala nos va a echar la charla, qué tenemos que votar copón – comentaba Chicote. – No pasa ná joer, llegamos de sobra… – terminaba Látigo. Los 5 invitados de lujo, también tenían algo de prisa así que a buen ritmo llegamos casi a Aranjuez y giramos dirección Seseña por un peazo rampón denominado «cuesta de la liebre» decisión tomada por la brillante mollera de alguno… 🙂 Carretera un poco quebrada/pestosa/cansina hasta llegar allí. Menos mal que giramos a la derecha por la CM-4010 bordeando Seseña. Regreso a Getafe a buen ritmo pasando por los pueblos de Illescas y Griñón disfrutando de lo lindo del buen día que hacía. PD.- Se nos fue un poco de las manos, en vez de 80kms acabamos con alguno más… 😉 Una vez más gracias a todos por vuestra asistencia y buen humor. Nos vemos en la próxima 🙂 Ah, os dejamos el track realizado y unos buenos recuerdos 😉      

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