Alzheimer: Una crónica para NO olvidar.
Preciosa ruta por el Valle de Iruelas, refugio del buitre negro y el fantástico y mágico bosque del Castañar del Tiemblo. Comenzamos subiendo el exigente puerto de Casillas con sus 10 kms y 700+ y rampas que en algunos casos pueden llegar al 15%. Hay que tomárselo con tranquilidad e ir regulando fuerzas aunque el espectacular entorno lo hace más fácil; es todo un regalo para la mente. Solo con mirar a tu alrededor van pasando los kilómetros sin que te des cuenta… Bueno… Foto de grupo en la cima del puerto y bajada directa de unos 6 kms al pueblo de Casillas. Bonito pueblo con gente muy agradable. Las rampas no tanto, las hay del 25% (hay una señal que lo indica). Nada más salir del pueblo nos enfrentamos a una subida de otros 3 kms aproximadamente por asfalto, pero las vistas siguen siendo espectaculares y hace que el esfuerzo sea mínimo. Nos dirigimos ya al famoso Castañar del Tiemblo, un lugar mágico, un bosque encantado que tiene todo su esplendor en otoño desplegando su fuerza especialmente con el contraste cromático de los castaños, robles, acebos y pinos de esta magnífica zona. Naturaleza en estado puro. Obligatoria foto en el Abuelo, un castaño que tiene 500 años o más. Dicen las leyendas que alrededor de su enorme y hueco tronco los gnomos realizaban salidas en Mtb… y disfrutaban de lo lindo. Bueno, pues puente de madera para cruzar el río y otro rampón más, ya llevamos un montón de desnivel acumulado y las fuerzas escasean. Aunque el buen humor, predominante en toda la ruta, y el paisaje hacen que se te olvide el dolor en los muslillos y el considerable agotamiento físico. Por último, en el km. 37 aproximadamente, nos enfrentamos a una subida de unos 1.2 kms, bastante dura por cierto, pero como siempre nos cobijamos en el majestuoso paisaje que nos rodea. Bajada ya hasta las Cruceras divisando en todo momento el embalse de Burguillo. Cuidado con la última bajada que lleva hasta la carretera (está muy rota). Gran día y gran grupo pedaleando por una buena causa. NO lo olvidéis. Gracias a todos; ha sido un verdadero placer.